Sierras de Moratalla 2024
Queda
ya muy lejano aquel 20 de Mayo de 2000 cuando hice por primera vez esta
Marcha Internacional Sierras de Moratalla, recuerdo que fue la primera
marcha que hacía en mi vida de estas características, la del estreno. En
aquellos tiempos tenía un carácter más abierto en el que participaban
muchos ciclistas de toda la geografía nacional. Ahora no hay tantos de
fuera y la diferencia más grande es que muchos de los que ahora vienen
van mucho más deprisa que los de entonces, el nivel medio del
participante ha subido muuuucho, demasiado podríamos decir. Ahora 'hasta
el más tonto hace relojes" en el sentido de que ya quedan muy pocos que
salen a la aventura. La gente se prepara. Y se prepara mucho y bien.
Me
embarqué como pasajero de última llamada, el último día y por la tarde.
Me dieron un dorsal 409 aunque hubo otro que tardó más en decidir
porque le dieron el 410. Pues ya'stá, ya la hemos liado.
-
¿Y a cual te has apuntado? -¿Yo?, a la larga, siempre que he ido a una
marcha lo he hecho a la mayor, con dos cojones,.. o con tres. Y luego,
como veremos, en Moratalla apuntarse a la corta no es tan mala idea.
En
la partida somos un equipico bueno de Globeros de Élite, para hacer la
larga están las dobles parejas, olé x4, Paco Manzanera, Antonio
Belmonte, Diego Meseguer y yo y para la corta Isaac y Nífer.
No
he tenido una semana muy plácida y estoy algo agostado y mal
descansado, sobre todo para la dureza que tiene siempre esta marcha, una
de las más duras y complicadas de España de siempre.
En
la salida, con cierto nerviosismo esperamos a que suelten el chupinazo,
recuerdo las ediciones de 2000 con mis calapies y cambios en el cuadro o
en 2015 con mi Zeus de triple plato,... ahora ya estamos en 2024 y
estoy plantado con la Canyon pintada con los colores del club yeahhh.
Así que nada, cuando son las 9:00 nos vamos con el coche de control
delante para hacer el tramo hasta Caravaca con velocidad controlada.
Recuerdo a José Sánchez Nicolás lo bien que siempre ha llevado este
coche de cabeza de carrera en cuanto a velocidad para que no se
convierta en un elemento peligroso como sí fue en este caso, teniendo
que estar continuamente dando frenazos y tirones con miedo de tener un
enganchón y posterior caída. En uno de esos frenazos hace mi pinza
delantera un ruido muy feo y... pues creo que me he quedado sin frenos.
Efectivamente, se han ido atpc las pastillas,... pffff, qué desastre!
Uff, a ver si gestionamos este inconveniente bien.
El
día climatológicamente es perfecto, la temperatura justa, día soleado
pero no en exceso,... increible. No se parece al día que me estrené en
el 2000 que hizo un tiempo tipo asturiano, de nubes y lluvia.
En
Caravaca se va el coche de seguridad y estamos en salida lanzada,
hostiasssss y tanto, que pasamos por las calles de Caravaca, -en
subida-, a tope, como si fuéramos los profesionales de la Vuelta a
España. Esto no puedo llevar a nada bueno, es lo que estoy pensando
mientras tiro y tiro para que no es escapé el tío ese de delante. Y
ahora el Caracolillo, pues no es nah. Por si fuera poco estrés veo que
salen hacía adelante Lilo y Felipe como rayos, nada nada, que se vayan
que yo quiero sobrevivir un poco más de tiempo. Así que intento tomar un
ritmo que, sin ser lento ni mucho menos, tampoco es para morir en la
primera cuesta. Y así, buscando grupos de interés me muevo hasta
Moratalla para pasar por segunda vez de cuatro que lo haremos. Vaya
cansinería...
Tras
paso por Moratalla hacemos la 'segunda salida' que resulta ser la
tradicional de los viejos tiempos en la que manda la ruta hacía el Alto
de los Álamos, puerto largo y duro para gente normalita como yo. Aquí el
grupo que era grande se trocea enseguida y yo me quedo como a mitad un
poco en solitario, lo mejor desde luego para no tener que ir forzado
pero claro, durante la ascensión veo que el grupo delantero está cerca
hmmmm, y al final me animo a cazarlos, mejor ir con ellos pienso. Justo
por delante del grupo veo a Felipe, ah la ratita está ahí, a ver si la
cazo pero joooer, me estoy atufando por lo que al cabo de un rato me
suelto del grupo, paso.
Cuando
llego arriba estoy más solo que la una y recuerdo como me dijo
Manzanera - la clave está en llevar un grupo bueno que te haga la bajada
desde los Álamos a Caravaca. Pfff, pues de momento voy mal con esta
instrucción. Estoy bajando, llaneando, bajando y me alcanza un grupo
pero se me escapan porque van muy fuertes. Me engancho a un chico
extranjero que va prudente pero que se le ve que tiene fuerza.
Interesante.
Llegamos
al cruce de Campo de San Juan y giramos hacía el Sur para hacer ese
pequeño puerto formando un grupo de media docena de ciclistas y luego
bajando se va uniendo gente por detrás hasta formar un gran grupo. Hay
un tiempo en el que parecemos una grupeta de amigos, así da gusto, un
ratico de relax viene cojonudo. ¡Hasta se puede hablar!
Oootra
vez llegamos a Caravaca, lo de hoy es día de la marmota, repetitivo,
Caravaca x2 y Moratalla x4. Por tanto iniciamos el segundo Caracolillo,
llegan quizás las mejores sensaciones del día subiendo por segunda vez
el puerto. Pienso, a ver si ya empiezo a carburar bien pero qué va,...
seguramente fue también de tipo psicológico.
Bajando
y visitando Moratalla por tercera vez, -se dice pronto-, voy en un
grupo de unos 20/25 y me estoy fijando que creo que todos van a la
distancia corta y cuando llegamos nos suben por una calle atajo con una
cuesta del copón y salen disparados como ratas de un naufragio y todos
se cuelan por el pasillo que les dice que ya han terminado. Buff, y
¿ahora me voy yo? Son las 12 de la mañana, llevo 32 km/h de media, he
hecho 100 kms, ¿por qué no me quedo, y disfruto de un buen aperitivo,
(-¿una cerveza con marinera puede ser? ) con un cuerpo que ha trabajado
pero que no está como un escombro. Mentalmente es muy complicado irse de
allí pensando en la vueltaca que hay que dar, hacer más de lo ya has
hecho y cuando el cuerpo ya está traqueteado,... estoy sólo además,
aunque me junto con un 'Tortuga' colombiano que dice que se ha pasado a
la larga, que si pasará algo,... jajajaja, claro que pasará, que te
arrepentirás cobarrrrde.
En
el avituallamiento de las largas rectas me paro a recargar, estoy
empezando el proceso de demolición y el cuerpo no pide más que fin de
fiesta pero queda, madre mía lo que queda....
Salgo
solo de allí, nadie por delante (y aunque hubiera), nadie por
detrás,.... rororororo, dando pedales para mantener, si hay repecho,
mantener, si hay bajada soltar,... poco gas me queda. Voy como alma en
pena.
Me
llegan por detrás unos cuantos y al final me engancho con el de
Onteniente, con el que converso un poco, poco porque cansa. Pero lleva
un ritmo que más o menos lo puedo mantener, le digo que viene una subida
muy dura y ¡no lo sabe! Mejor no saberlo seguramente. La pendiente esa
baja que normalmente me gusta y se me da bien en esta ocasión me está
desgastando como si fuera una lima y cuando llego al cruce de Benizar
voy echando una peste a muerto que no veas. En el avituallamiento que
hay allí paró de nuevo a recargar agua y sobre todo a descansar 'un
poco'. Paro luego a hacer un pis y me pregunta el amigo del maillot de
Moratalla si pasa algo, -no, un pis, no pasa nada (y todo)
Llegan
la superrampa de Benizar... y con público, madre mía, qué espectáculo
voy a dar, no puedo ponerme de pie porque se me enganchan los músculos
de las dos piernas pero parece que sentado aguanto pero claro, a qué
velocidad, tengo que dar una pena que paqué, -¡arrastro y canto las 40
en bastos! Nunca concibo la parada, eso es verdad, porque en mi vida
jamás he puesto pie a tierra en una marcha de carretera y espero que
siga así por más tiempo pero me pareció ver unas hormigas que me
adelantaban subiendo jeje.
Bueno,
tras un par de rampas criminales, luego viene una zona de 'descanso' al
8% y voy normalizando la situación pero siguiendo estrictamente el
guión de la cámara lenta. Todavía queda un trecho y de nuevo viene una
pendiente de mucha inclinación donde además hay un fotógrafo... -vaya,
pues que haga foto y no haga vídeo porque se le acaba el rollo antes de
que pase, qué agonía y qué rabia que no pueda apenas ponerme de pie.
Buff,
pues hemos llegado a la famosa curva donde cede la pendiente pero no se
puede cantar victoria porque Benizar todavía tiene más cosas que decir,
de hecho psicologicamente son igual o más duras que lo pasado porque
esos páramos y esas cuestas sobre lomas peladas donde no valen las
ruedas y todo son ciclistas perdidos es ciertamente dantesco cuando vas
en las condiciones en las que voy.
Las
piernas no funcionan eso está claro pero a la cabeza le cuesta
continuar y se instala como una losa que es difícil de transportar, me
pongo algo de música para evadirme de las malas sensaciones. Estoy
sufriendo sobre todo porque las piernas no marchan y además no puedo
cambiar de registro, solo aguantar y aguantar.
Llega
otro punto de avituallamiento y parada de nuevo, pero si estoy
muerto,.... agua, golosinas,... tenía que haber cogido más. Estoy
pajarraco total.
Quedan
dos puertos, me aplico en la tarea y no quiero pensar nada más que en
el momento en el que llegue al Alto de los Álamos. Va a ser la hostia!
Me
pilla Carles, el de Cartagena de las brevets, y me supera sin poder
seguirlo, luego llegan dos más y a estos los puedo aguantar y me voy con
ellos, nos juntamos con Carles y luego más tarde con el de Moratalla.
Sólo queda el último repecho, el definitivo pero no puedo aguantarlos
porque tengo rampazos en las dos piernas y hasta en las orejas porque
voy empujando ya con todo asi que bye bye, adiós amigos, ya llegaré.
Y
llego, llego arriba, yupiii y ya, tirarme. Todavía en la bajada me
pasan como unos cinco ciclistas más por lo menos porque no estoy ni para
bajar de lo cansado que voy.
Llegada
a meta y allí me encuentro con mis compañeros y ya se van aclarando
todas esas cosas que durante mucho tiempo estuvieron espesas y
vidriosas. Me falta una cerveza (o dos) para que se aclaren del todo
jeje. Al final fueron tres y un rico plato de macarrones en compañía de
mis compañeros, los que habían llegado ya y los que llegaron a
continuación. Qué gustico me dió estar con ellos compartiendo las
alegrías y las penas del día. El autorretrato que nos hicimos y que he
puesto de portada del álbum describe muy bien las sensaciones del
momento como grupo fraternal que somos.
He
hecho al final buen tiempo, llegando en una buena posición y siento
satisfacción por lo conseguido a pesar de haber sufrido como un perro
aunque aquí en Moratalla lo habitual, parecido a todas en las que he
estado, eso también es verdad. Moratalla siempre te hace sentir el
hierro. ¿Volveré? El tiempo lo dirá, cuando cruce la línea de meta juré y
perjuré que nunca volvería a esta carnicería pero luego,... lo que
pasa, que se olvida un poco lo malo y queda lo bueno.
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