Albaterolo GE
Estamos
entrando en otoño muy lentamente pero hoy ha sido el primer día
desde.... que la gente ha aparecido con manguitos!, chalecos!, y
camisetas interiores, aunque como me dice Rafa sobre nuestro amigo
Sergio, éste lleva camisetas interiores hasta en el mes de Agosto
-madreeee! supongo que no será de felpa. El asunto es que sí, que hacía
un poco de fresco, la temperatura estaba sobre los 14/15º aunque tampoco
ha sido frío de tiritar que conste.
En
nuestro punto de encuentro a las 8:30 se siente una sensación inicial
de soledad y desconcierto importante porque llegas allí y los Fonsoto
son cuatrocientos mil aproximadamente y ¿nosotros? apenas dos o tres
-gluuuubbb -esto qué es? Pero nada, es algo que se pasa en unos cuantos
minutos, casi segundos, cuando empiezan a llegar por un lado y por otro y
aquello coge ambiente de casino en un momento oiga.
Hoy
nos acompaña en el coche de apoyo Rafa Parra, -Sudemur-, socio sólido e
histórico pero poco asiduo a las salidas globeras, le ha dado por las
matas y el barro y no hay manera de llevarlo al asfalto ni un poco
siquiera.
Por
el camino vamos recogiendo socios desorientados que los llevamos al
redil uno tras otro hasta llegar a Santomera donde recogemos a los
¿últimos? Pues no, todavía falta el Profe y los de Espinardo. Bueno,
enseguida los encontraremos, pensábamos pero no fue hasta La Murada que
los cazamos. O han salido de noche -¿de noche profe? o andan mucho
porque nosotros no hemos tenido averías ni paradas.
Tras
subir el Alto Vicente Contreras calentando las paticas nos llega un
tractor, el del Tío Pako que nos deja un recado en forma de bomba de
barro que casi alcanza a Rafa Rosagro como si fuera el videojuego de
Mario Karts, achoooo -qué cosas veredes Sancho. A ritmo vivo y
sin desfallecer la velocidad llegamos hasta Abanilla en una carretera
que nunca he sabido si es llana, cuesta arriba o cuesta abajo, porque
vamos casi a 40 cojones (por hora) y se supone que subimos, -esto qué es?
Al
llegar a la redonda y tras un breve tramo de subida llega una bajada
potente hasta La Murada donde no te puedes descuidar mucho en las
charlas quetequedas. Y ya sin más, giramos al Este para buscar la
General y Albatera, allí encontramos al profesor y sus alumnos
aventajados. -Ya vamos todos!
Hasta
ahora he ido de chupón a cola de grupo pero con el distintivo en el
chaleco que dice PRENSA que me sirve de salvaconducto para ello pero
ahora en la general me apetece cambiar de posición y situarme en cabeza
para marcar un ritmo conservador que nos lleve en buenas condiciones a
la larga subida del Albaterolo. Todo bien y ya estamos en Albatera,
pueblo donde históricamente desaparecen los globeros aunque en este caso
no ha sido así afortunadamente.
Pues
ya estamos en subida, ligera de momento pero irá en crescendo hasta
romper al grupo y a todos los subgrupos en unidades sueltas o pares a lo
sumo, así es el Albaterolo de criminal.
Antes
de que empiece la 'carnicería' hago un vídeo para ver cómo llevan las
caras los críos. Van bien, muy bien, caras sonrientes, ganas de hablar,
hemos subido con cuidaico y eso es bueno. Justo cuando termino de hacer
el barrido de delante a atrás me fijo en que ha saltado un grupo de
escapados, ha habido un apretón de Paco Manzanera y se ha llevado a su
hermano, a Lillo y a Buitrago -serán cabrones! La vida de los
'profesionales' de la fotografía es muy dura y este es el claro ejemplo
de ello. -Y ahora qué? Pues nada de especial, me uno al pelotón y veo
que llevan un ritmo que lo puedo mejorar, por lo menos de momento, y me
pongo a tirar. Pongo un ritmo de caza, pero caza menor, nada de alardes
ni esfuerzos locos, yo tiro y si los pillo bien y si no, pues también.
Allí
van, a unos metros, pero ya sabemos que los metros son siempre
engañosos, cuando la pendiente sube se acercan y cuando cede se alejan
pero yo a lo mío, a cómo puedo, y pensando en lo que queda. Tras de mí
se forma un buen avispero de compañeros, José el joyero, Rafa, Zape,
Felipe, Belmonte, y no sé si alguno más. Yo los siento pero no los miro,
el viento pega fuerte y dificulta la marcha pero a mi me da igual, cómo
si fuera sólo. Y los de delante pues tampoco se iban, de hecho hubo un
desgrane, el del Águila Manzanera que se revolucionó de más en los
primeros envites y saltó la tapa del carter.
Poco
antes de enlazar lanzo unos cuantos vistazos atrás por si acaso alguno
pasa a tirar pero no hay fuerzas ni intención así que, nada, seguimos
palante (como los de Alicante). El grupo de cabeza afloja un poco y el
acercamiento se produce justo cuando empieza el primer rampón. Yo, que
iba a plato hasta ese momento, aprovecho para quitarlo y bajar coronas
de manera que al enlazar llevo inercia y ritmo y me marco la chulería
del día, adelanto a todos los escapados y me pongo el primerico. Yo
sabía perfectamente que aquello era efímero pero al menos por un momento
alguien habrá pensado -hostias el Cardona que está fuerte!! Jajajaja,
estamos para divertirnos dentro del jadeo generalizado, es lo suyo.
Y
así fue, tras unos metros en cabeza Lillo me pone en mi sitio, -detrás
de él-, y mete un ritmo que en esa zona de tanto porcentaje a mí me
mata. Tengo que regular que para eso tengo ya una experiencia y no
agotarme tontamente, cada uno sabe (o debería) dónde puede tirar y dónde
tiene que guardar. Así que se van los cuatro magníficos: Paco, Lillo,
Buitrago y SuperPepe. Yo sabía que era cuestión de tiempo que ese grupo
reventara como así fue, se fueron los dos zorros por delante, Pepe pegó
una explosión y Buitrago cedió. Luego con el transcurso de los metros
enganché a José y Pepe se fue para atrás. Lillo y Paco nos sacaban unos
metros pero los manteníamos a la vista 'maomeno' hasta llegar arriba en
donde los dos zorros se pelearon entre sí y ya no sé cómo acabaría la
cosa. Yo hice sociedad con Buitrago que hoy ha dado una nueva lección de
fuerza y pundonor como es habitual en él, Bravo! Para homenajearlo le
he hecho una foto coronando sobre el horizonte 'que se caga la perra'
jajaja
Van
llegando enseguida SuperPepe, -la bestia de Bacon Bridge-, Belmonte, el
diesel moderno que no se atora nunca, Rafa Rosagro que está algo
flojete para el nivel habitual que demuestra pero que tiene clase para
dar y regalar, Jose el joyero que la Cannondale cada vez le gusta más,
Zape que se le atragantó un poco el final, Muñoz, el toro salvaje,
Felipe que le echa más cojones que nadie a esto de dar pedales y ya un
poco después compañeros que han preferido subir doucement como
Germán, Pedro, Alfonso, Esmeralda y Mari Cruz, Rafa Sudemur (con la
furgoneta jajaja) y el Profe que ojo con el tío, está cada día más
fuerte el zamarro. Nah, en un momento están ya prácticamente todos.
Como
Rafa había llegado con la furgoneta me tiré hacía abajo para marcar el
punto previsto del avituallamiento y siguió llegando el resto del grupo
al Alto del Albaterolo: Manza, Ginés, Mari Carmen, etc,...
La
subida del Albaterolo es dura, muy dura, eso es indudable, no hay más
que ver las caricas de la gente al llegar arriba pero eso no quita para
que al cabo de unos minutos las risas aparezcan en el avituallamiento y
las bromas y los comentarios conviertan la parada de descanso y
restauración en un ratico muy ameno de convivencia y amistad.
Rafa
Parra, -tío duro como pocos-, dispone un avituallamiento espartano, de
gente acostumbrada a la dureza de la dieta ciclista, tonterías las
justas, tenemos agua, tenemos isotónica, tenemos Coca Cola y unos frutos
secos para reponer sales. Y ya está cojones, qué queréis, buffet libre
todos los días como cuando viene Nifer, pues nooooo, no todos los días
son pascua. Y así debe ser.
A
la vuelta hay que apretarse los machos y bregar contra el viento, en
las largas rectas llegando a Macisvenda sopla y sopla pero se forman
unas ruedas de relevos que funcionan bastante bien, no del todo porque
algunos más que un relevo lo que hacen es una escapada y lo único que
consiguen es descomponer el grupo. A ver si repasamos las clases de
relevos y de viento para que luego a final de mes no nos quejemos del
importe de la nómina, que los jefes lo miran todo!
Y
ya bajando, -lo que son las cosas-, es cuando nuestro médico Gregorio
NECESITA un médico,... va muertecico en vida!, se queda en las bajadas
con viento a favor, está vacío de fuerzas. Y aquí hago una recriminación
al grupo porque a un compañero en dificultades no se le debe dejar en
Abanilla a su suerte. Tampoco pasa nada, en lugar de a 40 íbamos a 35 y
hemos llegado cinco minutos después y eso, habiéndonos quedado sólo
cinco compañeros: Zape, José joyero, Pedro y Rafa con el coche de apoyo
más un servidor. No es por nada pero que sepáis que nosotros tenemos
una consulta gratis con el médico y vosotros no jajajaja
Bueno, para mí ha sido una jornada espectacular de equipo, de nivel y de divertimento. ¡Que se repitan!
Las
menciones del día se las reparten unos cuantos, Lillo y Paco por su
trabajo, Ginés y el Profe por su buen ánimo y talante, Buitrago por su
pundonor y Zape, Jose Joyero y Pedro por su compañerismo. También
gracias a Rafa Parra por su apoyo.
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