Cieza GE
Estoy
todavía pagando la cuenta de la Strade Bianche, y ya no de la parte
ciclista sino de todo el viaje en general. Estoy seco de fuerzas, en
situación de agotamiento extremo. No he salido desde el Domingo pero hoy
estaba para pocos tablaos, muertecico en vida.
En
la salida del Carrefour a las 8:03 cuatro, cuatro gatos pelaos, pero ya
llegaron luego los del café, los de Los Dolores, y algún otro que llega
'macoco' y se montó por fin una grupeta decente, luego en Alcantarilla
ya se repletó más con los Manzanera que suman por triplicado, el
profesor y otros habituales de Espinardo, no Paco Guillen ni su primo
que tienen falta de asistencia.
Hoy
toca ir a la huerta de Cieza, terreno lejano a nuestros dominios y del
que tenemos el conocimiento justico de alguna vez que fuimos en el
pasado. De coche de asistencia viene el VW TRoc con Frank Gómez a los
mandos. (Gracias Frank!)
Hasta
Cieza tenemos que hacer la 'tachuela' de Ricote y aquí tenemos el
primer fallo, no se subía por Ojós sino por la subida anterior pero los
que van en cabeza van enmiurados y no reciben más estímulos que
los que llegan por delante. Intento subir a la cabeza para que la
segunda oportunidad no se nos pase, -cualquiera sabe-, los zamarros
estos son capaces de seguir. Aquí, en este punto, bueno, y antes, me
doy cuenta que estoy con motor gripao, bielas picadas y carburador
sucio. Una piltrafa.
En
la subida a Ricote voy viendo como se escapan los trenes uno tras otro,
trenes que yo habitualmente utilizo pero esta vez me toca quedarme en
el anden para ver si consigo uno que me lleve tranquilamente a la cima.
Voy a ver si engancho éste, uno que lleva de maquinista Pedro Escudero y
de revisor a Nifer. Me pongo en modo ahorro (tapao que se dice) porque
sopla mucho viento de frente pero llega un momento que me da vergüenza
ir de polizón todo el tiempo así que me envalentono y me pongo un rato
delante a tirar. Poco pero lo que daba la mata. Por delante veo como el
tren de Buytrago se aleja y más lejos el de los Manzanera. Enganchamos a
Belmonte que lleva un zarpazo en el lomo, nos alcanza superEsmeralda
que con su pedaleo ligero parece que no le cuesta y llegamos al pueblo, con ganas na más que de morirme,
-rinnnng, rinnnnng Hostias, el comodín de la llamada jaja. Es Vicente,
el de la DGT, que me informa del estado de las carreteras: cortao
todo,.... ya, bueno, pide también un solo y un belmonte,... y una
magdalena para la pajarraca que llevo pfffff
Me pillan por detrás todos los globeros que subían por aquí y me quedo de bici escoba. Es lo que hay.
Bajamos a Blanca, hacemos el pildorazo de Abarán y llegamos a Cieza. Me pongo en cabeza para indicar el camino que bordea el río. Luego hacemos un poco de zona urbana y nos metemos en la carretera de Calasparra. Estoy atento a la navegación y de pronto me dice Óscar, -dónde nos llevas? dónde tenías a la novia? Y el cabroncete me remueve el pasado, y me hace retroceder en el pensamiento unos cuantos años.
Volvíamos
de Abarán una noche de fiesta y nos quedamos en la casa de campo de un
amigo junto al río en Cieza, -precisamente- se llega por la carretera
por donde íbamos, era la chica más guapa que había conocido
nunca....Gracias Óscar por evocarme esos felices recuerdos de juventud.
Bueno,
por la culpa del trastornao voy un poco pez con la navegación.... ¿es
que nadie pone nunca la ruta en sus Garmin PM con navegación por
satélite GPS y Glonass? Joooder, que me hace caer un peso sobre mí que
hoy me venía grande. Me dice Rafa, -es que tienes que ir delante. Como
si pudiera, si voy arrastrao. Además, que también estaba pendiente del
coche pues en Cieza había una zona prohibida para coches por la que nos
metimos y tenía que indicarle a Frank Gómez por dónde íbamos. A todo
esto, a Ángel se le cae la bolsa de herramientas y nos quedamos
rezagados. Llega el cruce clave, el del camino al Horno y todos se van
por el otro lado. Llamo a Paco, llamo a Rafa y no contestan. Me dice
Ángel, -llama a Óscar que lleva pinganillo. Y ya le digo que media
vuelta, que van equivocados.
Hacemos
un recorte de la etapa pues son ya las 11:00 y parece que se va a hacer
muy tarde aunque la vuelta será netamente más rápida. De cualquier
forma, a mí me va genial. La vuelta la hacemos por la Nacional a buen
ritmo, con dificultades para llegar con el grupo al Puerto de La
Losilla. Me asocio con Esmeralda y Felipe que me cuidan y llegamos a
Ulea donde nos espera el grupo. Luego vino en Archena la confusión pero
se avisó antes a todos los que se pudo de que la vuelta por La Algaida
estaba cortada y que habíamos decidir ir por la Nacional de nuevo desde
Archena. Allí se fueron algunos compañeros por otro lado y el resto del
grupo volvimos por Molina de Segura y el Cabezo Cortao.
Lo
mejor estaba al final del todo. En el Cuqui con el doctor Ángel me
recuperé bastante bien de la pájara que llevaba todo el día gracias a la
dieta marinera, el octopus, unos bivalbos que tienen mucho hierro y electrolitros, que es lo que más necesitaba. ¡Gracias Doctor!
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