GF La Nucía
Se
envenenó el fin de semana con la llegada de mal tiempo el Domingo
cuando teníamos la Gran Fondo pero el regusto final es muy bueno, ya no
tanto por la parte deportiva sino por lo que han sido dos días de
convivencia entre compañeros. Las risas y el buen humor han abundado
todo el tiempo y ha sido siempre la tónica imperante. El grado de
compañerismo y solidaridad que se está creando entre nosotros hace que
cada vez las excursiones y las marchas organizadas sean de mayor
satisfacción.
Todo
empezó el Sábado por la mañana que quedamos en la gasolinera de
Santomera y sin inconveniente alguno nos desplazamos toda la expedición
al completo hasta La Nucía, cerca del hotel donde teníamos hospedaje, el
Barceló La Nucía Hills,... ¡menuda choza!
El
plan contenía esa misma mañana una pequeña ruta por los alrededores
para probar las máquinas y soltar las piernas. Preparé de forma
improvisada una ruta de unos 40 kms que debía servir al efecto. Hace un
poco de fresco y hay que ponerse manguitos y chaleco. Enseguida
iniciamos la ruta y pronto me doy cuenta que algo no va bien en la bici,
es igual que cuando se me rompió el núcleo en la MTB aunque con la
diferencia que esta vez no he oído los chasquidos de cuando se rompen
las aletas. Intento pensar que puedo continuar pero empeora por momentos
y pronto sé con certeza que no puedo circular así. Imperiosamente tengo
que buscar un taller y ver qué necesito. -¿Un núcleo nuevo?
Javi
se queda conmigo para buscar un taller, localiza uno en Benidorm que
queda relativamente cerca y nos dirigimos hacía allí los dos. Cuando
entramos vemos una nave muy grande con una chica y dos niños pequeños
atendiendo en un mostrador. Le pregunto con muchas dudas -¿tenéis
servicio de taller? Y me contesta con un -si, claro que al menos hace
crecer las esperanzas de solución. Sale del fondo un chico colombiano
('marica iodeputa', cómo se les nota el acento enseguida a los paisanos
de Rigoberto Urán) y después de contarle lo que pasa da un diagnóstico
previo que resulta acertado una vez desmontado el núcleo. -Sucio y con
exceso de grasa (y con unos resortes cambiados también dice) de manera
que no hace bien su función. Bueno, pinta bien la cosa. Total, que
limpia la pieza bien, la vuelve a montar y... voilá. ¡Perfecto!
Entramos
en conversación con Diego Calderón que es como se llama, y ya nos
cuenta que es exciclista profesional y que ha corrido en muchas
ocasiones contra Óscar Sevilla, información que luego contamos al propio
Óscar y nos confirma con alegría por saber de Diego. -Ya ves! Diego me
salvó la marcha.
Una
vez resuelto al asunto nos volvemos sobre nuestros pasos y ya cerca del
hotel, de pronto, vemos a nuestros compañeros que llegan de una
carretera que baja del Finestrat..... ¡sincronización suiza copón!
Nos
cuentan que Mari Cruz ha pinchado y que no lo hacía desde 1994 o así.
Bueno, siempre hay una segunda vez podríamos decir. Llegamos a los
coches y son las 12:00 más o menos... ¿qué hacemos? Llamamos al hotel y
nos dice la jefa de recepción, que es un encanto, -veniros aquí y
esperáis a que estén preparadas las habitaciones. Pues vale, vamos.
Llegamos
al hotel con las bicis y las maletas y montamos un campamento allí en
la recepción, sin ningún problema por parte de la gerencia del hotel.
Aprovechamos el impás para hacer el check in y liquidar las
habitaciones. Y después nos tomamos unas copitas de cava por cortesía
del hotel. Olé, qué gusto y qué risas más buenas!
Ya
estamos en las suites, bueno, bueno, qué nivel, cinco estrellas pero de
esas grandes, buff, qué pasada, una comodidad suprema. No tenemos mucho
tiempo de disfrutar ahora de la habitación porque nos vamos a comer a
Casa Miguel, en los alrededores del pabellón deportivo donde tenemos que
recoger después la bolsa del corredor y ver el criterium.
La
comida resulta francamente buena, un menú de tres platos con postre y
bebidas que nos deja satisfechos (entiendo) a todos. Para mi con mención
especial al arroz con leche que estaba mejor que el de mi madre, que ya
es decir. En el transcurso de la comida sin embargo se produjó un
acontecimiento singular y fue el colapso que sufrió un hombre que estaba
allí comiendo con sus familiares y que se quedó 'tieso', como congelado
durante al menos cinco minutos. En algún momento pensamos que se
quedaba allí. Por fortuna despertó y se lo llevaron al hospital. Menudo
susto copón.
Tras
la comida nos dirigimos al pabellón deportivo y recojemos las bolsas
del corredor. El Profe al cabo de un buen rato se da cuenta que en la
bolsa no tiene maillot ni dorsal... -Achóoooo, cómo estás? Vuelve a
reclamar y le tienen que hacer una nueva inscripción concediéndole el
número 6, seguramente el que va a continuación del de Bugno y Chiapucci
jajajaja, qué máquina.
Nos
movemos por la feria y por el criterium observando a nuestors ídolos de
la tele por allí cerca de nosotros: VanderPoel, Castrillo, Valverde,
Sevilla, Samuel Sánchez, Bugno, y hasta el mismismo Ángel Cristo
reencarnado en Claudio Chiapucci que es una persona excepcional, cercana
y simpática.

¿Qué
queda? Queda la vuelta al hotel, la cena de buffet (normal a mi
entender y la carne quemada, que no se me olvide ¿eh Óscar?), el clásico
Madrid-Barca, el combate de Topuria y la clasificación de F1. Uff, vaya
agenda! Y ya, a dormir, sobre las 12:00. Esta misma noche toca cambio
de hora para compensar.
Son
las 6:00, nos asomamos por la ventana y oh oh, sorpresa! Está lloviendo
a cántaros hostias! y la carretera está con MUCHA agua.
Bueeeenooooo.....! Que chungo! Sinceramente, las ganas de salir en ese
escenario era mínimas pero no por mi parte sino por la de todos. Bueno,
hasta que llegue el momento decisivo nos tomamos un café y abrimos las
bolsas de picnic que nos han facilitado como sustitutivo de los
desayunos. -Son las que les dan también a los niños en los colegios!!
Jajajaja, una mandarina, unas galletas María, un zumo y una madalena.
Vaya tela mandanguera!!! En fin, nos tomamos el café en la Suite Pacheco
e intentamos decidir sobre el futuro.
A
las 7:15 nos lanzamos a la calle con excepción del Profe y de Mari
Cruz, Esmeralda también se queda. Nos dirigimos hacía la salida con una
lluvia fina y bajo nuestros chubasqueros. Tenemos tres kms hasta la
salida. Cuando llegamos al punto de salida el ambiente es frío, no se
observa mucha gente y no hay dificultad ninguna por colocarse. Esperamos
a que sean las 8:00 para tomar la salida. Luego me entero que de los
1500 no aparecieron ni la tercera parte.
Pam,
salimos, ahora no llueve pero el suelo está con mucha agua y hay que
tomar precauciones extremas, sobre todo cuidado con las redondas que
tenemos que apatravesar en descenso que son sitios donde a veces hay
aceites que resultan resbaladizos. Al llegar a la redonda que da acceso a
la ascensión a Finestrat observo que Samuel Sánchez y algún otro se
'despistan',... -No me jodas, se está mucho mejor en la habitación del
hotel, ciertamente hace un día de perros.
El
caso es que subiendo y a pesar de que aparece de nueva una ligera
llovizna se lleva bien y desde el principio hay un destacado por delante
que es Javi y otro que le sigue que es Rafa. Rafa está fuerte y tiene
ganas de probarse un poco, el resto nos reservamos y continuamos
subiendo a ritmo tranquilo. Somos Lilo, Felipe, Óscar, Espartaco y yo.
Las
rampas a ratos se endurecen y creo que Ginés se soltará; así me parece
en un determinado momento, Óscar aguanta. Lilo, Felipe y yo hacemos un
equipo compacto donde Lilo capitanea imponiendo un ritmo de sentido
común, las circunstancias no invitan a otra cosa.
Finestrat
es corto, unos 3 kms y enseguida llega la bajada para empalmar con la
carretera de Tudons y.... Hotia!, de pronto aparece el 'Espartaco' con
su sonrisa golfa de Mark Cavendish agarrándose al tren en marcha. A
tope!!!
Para
llegar a la carretera de Tudons hay unas rampas que la madre que las
parió y allí se coloca el fotógrafo. Cuantas más tonterias hagas más
fotos te echa y si no que se lo digan a Óscar Pacheco. Qué fenómeno!
Comienza
Tudons pero primero hay que llegar a Sella en unos falsos llanos y allí
se aprieta rompiendo el gran grupo en dos, me engancho en calidad de
cola de león y me mantengo hasta llegar al pueblo, Óscar y Ginés se han
quedado en la grupeta B, Felipe y Lilo conmigo en la A. Llueve de nuevo
pero con poca intensidad.
Tras
cruzar la población arrancan las charletas entre los integrantes del
grupo, hemos conformado un equipo de ocho y así, entre conversaciones se
nos hace amena la subida, podríamos subir más rápidos pero... ¿para
qué? Así está bien. Por el camino vamos absorbiendo a algunos ciclistas y
entre ellos salta uno 'gordo', Claudio Chiapucci, 'el diablo'. -Ma, qué
cosa fare Claudio -Ahora disfruto más de la bici que antes, dice el
pájaro. Nos echamos unas fotos y seguimos la marcha. Hace frío.
Cuando
llegamos arriba nos abrigamos cerrando de nuevo los chubasqueros y nos
tiramos, la carretera tiene mucha agua pero el asfalto se le ve rugoso y
da confianzas, de todas maneras la prudencia la extremamos al máximo y
bajamos como abuelitas. Llegando a la parte final de pronto nos adelanta
un tío a toda velocidad,.... - ¡¡El Diablo!! Me pongo a seguirlo pero
el que tuvo retuvo y éste tío ha bajado muchos puertos y con agua, con
lluvia,... y se le nota.
Llegamos
al avituallamiento del inicio del segundo puerto, Cofrentes y hacemos
una buena parada, como hacía tiempo. Comemos, bebemos, hacemos,
cargamos,... de todo y ya al cabo de un rato continuamos. Llega una zona
de falsos llanos y luego la subida a Cofrentes que es muy fácilonga.
El
día parece que se abre un poco, incluso el Sol tiene intenciones de
salir y es cuando abro una pregunta a mis compañeros de 'escapada'.
-¿hacemos la larga? A Felipe me lo llevo al huerto enseguida, como dice
él, a mí me convencen rápido para ir aunque sea al infierno. Y Lilo está
moviendo la cabeza nosisino, bueno, éste al final se apunta me parece
también.
La
bajada de Confrides es muy larga, mucho,.. aunque tiene algún calentón
por medio. Las velocidades que se alcanzan son importantes pero la media
ya es complicado levantarla y además mantenemos todavía las
precauciones pasando las curvas a mucha menos velocidad que otros.
Cuando
llegamos a la zona de La Nucía empezamos a ver ciclistas a la contra,
son los que ya están dentro del recorrido largo pues hay que volver por
el mismo sitio que vamos. Lo que también empezamos a ver es un tráfico
cada vez más intenso que hace que tengamos que ir frenados y cediendo el
paso en algunas rotondas pues estamos en tráfico abierto. Vamos muy
despacio.
Un
poco antes de llegar al estadio, punto donde termina la Media y
comienza la Larga, Felipe y yo hacemos una parada técnica y cuando
reanudamos la marcha y llegamos al punto de control,....
-
Por dónde sigue la distancia larga? - No, estáis fuera de control, ya
no podéis seguir - Cóoooomo? Qué qué? La primera vez en mi vida (igual
me tengo que ir acostumbrando) que me dicen que estoy fuera de control.
-Podéis iros sin el dorsal. -Jajajaja, ¿a mí me vas a quitar el dorsal?
Sale por allí Javier Castellar, ex profesional y organizador de esta
marcha y dice que sí, que puedo seguir pero,... Está por allí Rafa, está
Javi, llega Óscar, Ginés... tenemos tiempo para ir al hotel y pegarnos
una ducha 5 estrellas,....
Al
final fue una idea fenomenal quedarse porque disfrutamos más del hotel,
de los amigos, de la comida, estaban allí Mari Cruz, Esmeralda, el
Profe,... Pues sí, hicimos bien aunque, como le dije a Felipe, yo nunca
en mi vida me apunté a una distancia corta y nunca en mi vida abandoné
ninguna marcha, completándolas todas hasta la meta.... Siempre hay una
primera vez!
Cuando
nos dirijimos al hotel en una bajada de unos 3 kms nos encontramos a un
ciclista que nos pregunta si va bien para hacer la distancia larga
-¿¿¿??? Pues no, rotundamente no, tienes que dar la vuelta, hacer los 3
kms cuesta arriba e ir en sentido contrario totalmente. Se lo llevan
los demonios y empieza a barruntar contra la organización y quejándose
de falta de indicaciones.
Nosotros
nos duchamos como jeques y volvemos a la carpa donde están haciendo
paellas gigantes y hay comida y bebida para todos. Nos juntamos todos a
comer y pasamos un rato estupendo viendo en las pantallas gigantes como
circulan Valverde, Sevilla y unos cuantos más en cabeza de la distancia
larga... y está lloviendo. A nosotros también nos empieza a llover y
resulta que la capota que hay sobre nuestras cabezas no evita que cale
el agua por lo que vamos recogiendo y con la música a otra parte.
Vemos llegar al Bala y compañía (media de 29 km/h ojo) y nosotros nos volvemos a casa, a Murcia.
En
resumidas cuentas un éxito de fin de semana a pesar de la mala
organización a mi modo de ver de la marcha cicloturista. Nadie es
ferpecto!
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