Marmotte 2022 GE
La
Marmotte te marca y te envenena al mismo tiempo, lo cierto y verdad es
que durante muchos años nunca pensé .-sí, ya sé que me repito pero es así-. que volvería a enfrentarme de nuevo a
estos desafiantes puertos y altos de montaña pero la vida te da
oportunidades y he podido de nuevo, veinte años después, degustar esta
agridulce sensación de sufrir y gozar al mismo tiempo que tan bien
conocemos los que nos gusta esto del ciclismo. Hay que dejar claro que
cuando decimos Marmotte estamos hablando de lo máximo en cicloturismo...
Durante
meses de trabajo lento y constante se ha fraguado una preparación que
en mi opinión personal ha estado aceptablemente bien, no puedo quejarme
aunque en este tipo de pruebas todo siempre es poco. Durante meses he
ido acumulando kms y desnivel para acentuar el entrenamiento en las
últimas semanas con más desnivel acumulado diario y subidas
cada vez más largas. Mi campo de entrenamiento natural ha sido la Cresta
del Gallo, de dureza importante pero a la que le falta distancia, otro
lugar también usado ha sido Sierra Espuña, donde hemos estado
entrenando los compañeros de club y que representa un escenario más
cercano al de la Marmotte en longitud de puertos aunque menos exigente
en dureza que aquellos.
La
organización del viaje ha sido de lujo por parte de nuestro compañero
Rafa Aragón que ha hecho todas las gestiones necesarias para que
nosotros no tuviéramos otra cosa casi que hacer que dar pedales, también
destacar especialmente a Vicente Contreras, compañero que ha aportado capitanía y
mando en el grupo para llevar el contingente de manera organizada. Y a
Diego Andreu que de forma altruista ha cedido una furgoneta para el
desplazamiento a tierras francesas. Gracias especiales a los tres.
El
grupo Globeros de Élite afrontaba de nuevo esta prueba ocho años
después de que en 2014 muchos socios obtuvieran el carné de ciclista,
.-que todo el mundo sabe que se saca aquí-. Este año 2022 ha sido otro buen año de expediciones de carnets. Yo lo
tenía sacado de 2002 y 2003 pero ya necesitaba una renovación jeje.
Los
componentes de esta aventura han sido sin ninguna duda lo mejor del
viaje, con buena disposición, buen humor, risas, compañerismo,
solidaridad,.. un placer disfrutar de los momentos que nos ha deparado
este fin de semana largo con todos ellos. Hemos echado de menos a
algunos compañeros, especialmente a tres que en principio eran de la
partida, Irene, José 'el cámara' y Juanma. Me acordé de Juanma al
terminar la marcha, él sabe bien por qué.
El
desplazamiento hasta los Alpes se hizo en dos trozos, uno primero en jornada de tarde
hasta Barcelona y un posterior al día siguiente para llegar a la
estación de Deux Alps, un sitio idílico y maravilloso lleno de vida con
unas vistas a las montañas de postal. El hotel Les Lutins ha sido de
cuento, de duendes como indica su nombre, con habitaciones cómodas y
limpias, con unas panorámicas al asomarte por la terraza para quedarte a
vivir allí, como si estuvieras en la casa del abuelo de Heidi, clase
premium en definitiva. Eso por no hablar del desayuno que era
delicatessen, muy fino y muy casero a la vez. Es-pec-ta-cu-lar.
Tras
hacer un corta ruta el día anterior bajando y subiendo Deux Alps que me
pareció perfecta para desentumecer y activar los músculos después del
larguísimo viaje realizado vamos preparando ya lo que será el día
definitivo. -Qué cosas, parece que nunca va a llegar y llega.
Como
fuimos tarde a por los dorsales nos han mandado directamente a la
escombrera, a la cola de todos, allá donde campan mayoritariamente
excursionistas y gente de poco madrugar. La salida la hacemos 40 minutos
después de que salgan los primeros, los de chapa amarilla y chapa
naranja, luego salían los de chapa azul y nosotros los últimos con la
chapa roja. Durante el día iba mirando a los que adelantaba y si eran
azules me daba satisfacción y si eran naranjas o amarillos gustete
jajaja
En
cuanto a uniformidad no la hay, cada uno de los globeros lleva lo que
le ha parecido mejor. Yo, chaleco y manguitos,... que me vino bien en la
salida y primeros minutos pues hacía un frío de cojones que me hacía
tiritar mucho pero quitando eso, la ropa extra sobró el resto del día
aunque ya que la tenía la utilicé en las largas bajadas.
En
parrilla de salida coincidimos con el doble de Filippo Ganna, un
gigantesco ciclista que al lado de nuestro pequeño-gran Pedro daba risa
verlos. -Paaam!, que nos vamos, la salida no se hace demorar en exceso,
salimos bastante bien en cuanto a puntualidad y como el terreno es llano
con tendencia de bajada la velocidad se va incrementando y se rueda a
buen ritmo. ¿Detrás de quien me pongo? Pues de F.Ganna que tapa más que
una manta de Zamora jajaja
En
el grupo de cabeza que durante la leve bajada va creciendo vamos un
buen número de globeros aunque en la subida a la primera presa aquel
pelotón se parte en pedazos enseguida. Rafa Rosagro, el Rayo de Valkenburg, da un arreón de los suyos y
nos quedamos muy poquitos delante, yo aguanto y José Buytrago también.
Éste apuntaba maneras desde la mañana.
Mis
sensaciones son muy buenas, tengo las piernas en buena condición.
Durante el pasaje junto al embalse, que en ese momento presenta un
ambiente melancólico, Rafa y yo nos quedamos aislados pero enseguida que
llegan las rampas empezamos a pasar ciclistas, negocios 30/1 o incluso
más ventajosos, adelanto 30 y me pasa 1. Y voy 'sobrao' chaval, sin
apretar en exceso, controlando pulsaciones y watios (que para eso tengo
medidor) y remontando más que los salmones. Me siento fuerte y capaz
pero también sensato.
La dureza del Puerto del Glandón es clara, no es una subida
cualquiera, lo que ocurre es que después de lo mal que lo pasas después
esto se olvida pero no, no es fácil ni mucho menos. Además, hay humedad
y empieza a hacer algo de calor por lo que entra como tarea el intentar
no fallar en la hidratación e incorporación de sales además de empezar a
abrir chaleco y quitar manguitos.
Las
panorámicas que se pueden ver en esta subida son de esas que te
gustaría preservar para siempre en tu retina, estampas de belleza sin
igual unidas a la imagen de ciclistas desfilando como pequeñas hormigas
por la carretera que va serpenteando las laderas. Nice!
20
años después de aquel 2002 rememoro todavía con mucha precisión muchos
puntos del recorrido, el cruce a Allemond, la subida a la presa, el paso
por el pueblo donde nos hicimos una foto con el grupo de granainos
(Juan, Fernando y Alfonso) en un monumento en memoria de los caídos en
la guerra mundial, la bajada al barranco intermedia.... el superrampón
que viene a continuación... -¡Menudo talegazo se pegó el pobre uff! Un
hombre ya entrado en años que le pilló con todo el desarrollo metido
después de la bajada y no le dió tiempo a cambiar a desarrollo de 14% y
la bici empezó a hacer un ruido clac clac clac y al instante cayó de
lado como un árbol segado - uff, qué daño verlo. Al cabo de unos pocos
kms más otro percance, éste en forma de 'jamacuco', uno que está tumbado
en la carretera y le asisten los sanitarios, tenía un color muy muy
malo.
Voy controlando el ritmo en la subida pero me tientan unos vascos (- hostia Iñaki)
con un ritmo un poquito más vivo y me engancho a ellos, bien, no me
vino mal, siempre se agradece.Y así hasta llegar a donde se abre el
valle y se deja ver a lo lejos la Croix de Fer y a la izquierda el
Glandón. Cuando llegamos al arco donde se establece el corte del tiempo
cronometrado hay una marabunta allí que no hay quien se aclare, no se
puede ir con la bici a por el agua, no se puede dejar en casi ningún
sitio, luego no se puede coger nada, se tarda una eternidad, nada, que
en esta situación envidias mucho a los grupos que llevan su propia
organización de avituallamientos, es notablemente mejor, no te rompe
tanto el ritmo.
Tras
un 'mes' en el Glandón nos vamos Rafa y yo de aquella urbe de montaña y
comenzamos la revirada pero bellísima bajada. Rafa, por supuesto se
enfila como alma que lleva el diablo pero qué le vamos a hacer, baja
seguro y disfruta. Durante los kms de bajada del Glandon te encuentras
muchos percances, sobre todo de tipo mecánico en forma de pinchazos y
reventones, pero lo malo es que te encuentras también con salidas de
pista y accidentados -¿Accidentados? Pero ¿no es neutralizado? -Pues sí,
para que veas. Es verdad que incluso tomando todas las precauciones yo
me harté de adelantar porque al parecer aquí es donde aprendió a bajar
Thibaut Pinot jajaja - Qué lentorros son estos franceses bajando. Ya
conocía esto de tiempos pretéritos y no ha cambiado mucho desde
entonces. En fin, esto no es el caso de unos italianos que me pasaron en
el segundo tramo de la bajada del puerto, iban como auténticos
kamikazes, nunca pensé que se pudiera afrontar las curvas como lo hacían
los spaguettis estos pero, efectivamente, era imposible y en una curva
se metió una hostia uno de la que no sé cómo habrá salido pues allí
había un barranco lleno de árboles, en algún tronco se estamparía. No
quiero ni pensar en que me pase algo así pero al poco en una recta en la
que se cogía mucha velocidad veo a otro accidentado y de pronto me da
un vuelco el corazón porque lleva un maillot azúl como el nuestro
-¡¡Rafa?!! No, uff, menos mal. Luego lo mismo le pasó a Javi pensando
que era yo.
Al
llegar abajo me paro unos metros antes de la reanudación de control de
tiempo intentando encontrar a Rafa pero por allí no estaba, bueno, pues
ya está, me quito chaleco y manguitos y guardo todo bien porque van a
pasar muchas horas hasta que pueda volver a necesitar cualquier tipo de
prenda de abrigo. Recojo bien todo sin prisas porque el tiempo no corre.
Cuando reanudo la marcha me encuentro con buenas impresiones, -que me
gusto vamos-, por lo que los grupos que voy usando no me convencen
demasiado hasta que llega el expreso bueno y me engancho a él rodando
con muy buena velocidad, -uno ya se cansa de ir guardando tanto rato y
es momento de soltarte un poco el pelo-. Bueno, perfecto, en esas
estamos hasta llegar a la base del Telegraphe. Durante este tramo
adelanto a Joaquín y Luis (Larry), parte del contingente murciano, a los
que saludo al paso. En el avituallamiento que hay al pie del Telegraphe
otra vez hay una aglomeración de ciclistas exagerada, se tarda un
montón en cargar los dos bidones pero el calor está siendo asfixiante ya
y hay que recargar líquidos continuamente para no caer en la
deshidratación.
El
Telegraphe siempre me ha parecido un puerto agradecido, es duro,
cierto, pero como tiene sombras y es revirado se hace bastante ameno. Yo
sigo en la misma tónica de ir pasando a gente a balagueros y
'agarrando' a amigos por el camino. Me sigo gustando y me entretengo en
hacer fotos de los hitos kilométricos que están muy cuidados y sirven de
reclamo para vender souvenirs en las tiendas de Bourg d'Oisans.
Kilómetro a kilómetro se va consumiendo el puerto y voy bien, realmente
como en 2003 y también como ese año me pasó lo mismo, ahhhhrg. Llegando
al monumento que hay en Valloire cuando paro zaaaasss, rampazo en la
pierna izquierda - jooooeeerrr, ya estamos. Bueno, tras un momento de
tensión voy a recargar bidones y por allí me encuentro con Rafa Aragón
que me dice que Paco Manzanera está con él. Es una noticia estupenda
porque en condiciones normales los dos son superiores a mí y el estar
con ellos por aquí no está nada mal.
El asunto es que
entre pitos y flautas (50.000) me tiro demasiado tiempo aquí en esta
parada y cuando arranco y afronto los rampones que hay después de
Valloire empieza la gestión en modo eléctrico ufff, unos rampazos en las
dos patas que no veas, me obligan a meter desarrollo y a hacer casi
toda la subida de pie controlando los calambres como mejor puedo. Cuando
llego al siguiente avituallamiento hago una parada para repostar comida
(que en el anterior no había) e intentar restaurar un poco la situación
muscular. Está la cosa jodida...
Por
allí pasan mis dos compañeros, Rafa y Paco, y se van por delante, poco a
poco una vez reanudada la marcha voy alcanzando a los dos y les hago
alguna foto chula. De pronto veo a un zamarro que se despista y se sale
del asfalto ¡¡¡a 5 km/h!!! y a punto está de caer por el barranco que queda a la
derecha. -Achooo, cuidado. Ufff, qué susto me ha pegado el tío. Están
las fuerzas ya justicas justicas.
Las estampas que hay en esta zona
son ya de alta montaña, ha desaparecido prácticamente la vegetación, es
un paisaje desolador, para marmotas y 'marmoteros', a los lados hay montañas de más de 3.000 metros y
entre ellas se abren paso valles formados por viejos glaciares, son
imágenes de gran dureza y crudeza, impresionantes. La subida se hace
tranquila y tensa a la vez, estamos esperando todos a que llegue el
cambio de plan, el Plan Lachat.
-
¿Nos paramos a tomar una Coca Cola? me dice Rafa. -No, yo no paro, le
contesto, - que cada vez que me paro es como si me enganchara a un palo
de la luz. Así que yo parribica en modo supervivor que quedan ocho
kilometros de cuidado. Las instantáneas que hay en este tramo son
preciosas, -si no fuera porque vas muerto-. No puedo hacer fotos porque
bastante tengo con ir controlando como puedo las piernas agarradas que
llevo, si me pongo a hacer alguna cosa rara el rampazo me tira de la
bici como le está pasando a muchos, de pronto ves uno que se lanza al
suelo y empieza a gritar como si le hubieran arrancado un dedo jajaja Da
risa pero no da risa. Cuidao, cuidao...
Por
allí han pasado ya Buytrago, que no ha parado en todo el día ni a mear creo yo, va al
tran tran pero sin bajarse de la bici apenas y Rafa Rosagro que baja
como un misil y se adelanta. Rafa Aragón y Paco Manzanera son con los
que me bajo y hacemos de tirón el descenso hasta el valle de Bourg
d'Oisans. La bajada es muy larga, casi 40 kms de bajada a tope, con una
temperatura cojonuda, sin pizca de frío y con un poco de viento pero
solo al principio. La bajada hasta Lautaret es preciosa y deliciosa, una
gozada ir por estos parajes con una bicicleta, es un auténtico lujo
poder disfrutar de estas cosas, sensación de vivir desde luego. A partir
de Lautaret cambia la carretera y estamos en unos kms de tener que dar
pedales aunque las velocidades que llevamos son bastante altas. De esta
manera pasamos por La Grave y posteriormente por el Lac du Chambon, el
calor va apretando cada vez más y a pesar de ir en bajada nos vamos
chocando con bolsas de aire muy caliente, se presume ya el crematorio que va a ser el Alpe d'Huez. Al menos durante el paso por
los túneles, tres o cuatro que hay, refrigeramos el motor un
poco. Resulta chocante estar tan cerca de la meta mirando el mapa y tan
lejos a su vez, hay una diferencia de altitud que nos va a costar un
disgusto ya verás....
Durante
la bajada le hemos echado el guante a Buytrago y a Rosagro pero al
llegar a donde tenemos estacionadas las furgonetas ellos no paran y
vuelven a adelantarse. Yo dejo allí manguitos y chaleco y me encomiendo a
lo más alto para que me proporcione fuerzas suficientes para tumbar al
Alpe d'Huez. Veo a Carmen, que se ha marcado un etapón de más de 3000m al margen de la
marcha, y le digo que me desee suerte.... que la necesito. Chau!
En
el avituallamiento de Bourg d'Oisans (nueva parada) cargo de nuevo líquido y me pongo a
subir el Alpe. Vaya recta de bienvenida que hay aquí, con temperatura de 42º a las cuatro de la tarde.... buff, vaya tela! La
velocidad es para echarse a llorar pero el hecho de ir adelantando a
gente anima (algo). Voy muerto pero por el camino hay remuertos,
recupero posición con Rosagro, luego me encuentro con Manzanera haciendo
eses en la carretera, esto es dramático, en cada curva están ocupadas
todas las plazas por 'aparcaos' que no pueden continuar. Llevo el
indicador de temperatura en rojo y me voy echando mucha agua por la cabeza
para enfriar un poco la centralita. Van sucediéndose las curvas, -son muchas
21 y se tarda mucho en descontar- sigo a velocidad de caracol
ascendiendo y esperando un trozo de descanso que no llega salvo en las
curvas.
En la parte positiva contento porque los calambres no habían aparecido y ya
estábamos en la curva 12 o así...(cruzando dedos) pero no, la
electricidad llegó, llegó,.... Rafa Aragón ha picado una biela y para en
el arcén, madre mía, esto es la hostia.... -¿Y Buytrago? ¿dónde está?
Hay escabeche del bueno, las cunetas están atestadas de fiambres,
piernas en alto, rostros cadavéricos, ritmos de subida casi imposibles
por lentos,.... vaya procesión llevamos la mayoría. -Ah no, ahí hay un tío que va
bien.... ehhhh pero no lleva dorsal, así cualquiera!!
Con
calambres repetidos de nuevo cuando llego a un punto de avituallamiento
líquido, a la altura del cementerio de los holandeses (y hoy de
españoles también) me paro a recargar y las dos piernas al unísono clack
clack se bloquean como si fuera un cierre centralizado -ahhhh, qué
dolor! Me quedo allí por lo menos cinco minutos sin poder mover ni las
pestañas. Vámonos que si no, no llego. Arranco y pongo el mapa motor en
modo híbrido y parriba, ya no paro más, mi padre me llevará hasta
arriba. Y así fue, 'a poc a poc' llego hasta la curva Guerini yeahhhh y a
la recta de los hoteles,... -vamos vamos,.... y consigo coronar, -habéis
oído? CO-RO-NAR jajajaja, qué pasada!!!
Pero, físicamente en lugar de alivio fue peor porque al bajar la tensión muscular llegaron de nuevo dolorosos agarrones que hacían que a malas penas pudiera avanzar, buff, vaya llegada llena de miserias. Todavía peor fue en la recta de meta cuando en lugar de llegar riendo y alzando los brazos llegué con mueca de dolor y sin poder dar pedales apenas,... totalmente destrozado de piernas. Pero escucha, LLEGUÉ.
Pero, físicamente en lugar de alivio fue peor porque al bajar la tensión muscular llegaron de nuevo dolorosos agarrones que hacían que a malas penas pudiera avanzar, buff, vaya llegada llena de miserias. Todavía peor fue en la recta de meta cuando en lugar de llegar riendo y alzando los brazos llegué con mueca de dolor y sin poder dar pedales apenas,... totalmente destrozado de piernas. Pero escucha, LLEGUÉ.
En
meta está nuestra reportera particular, la mujer de Ángel, que nos
recibe con una gran sonrisa, nos da la enhorabuena y nos hace una foto
para el recuerdo. Qué bien! Hemos culminado la tercera Marmotte (mi
padre y yo), y ésta, por fin con lucimiento y sin tantas dificultades como
las anteriores aunque también hubo, está claro.
Mis
compañeros han terminado o van a terminar la mayoría y con brillantez.
Diego Andreu, es el primero de los globeros como era de esperar, mucha
fuerza y mucha experiencia en marchas de este calibre como para sorprenderlo, Mari Carmen y Juan, saliendo más temprano han hecho un carrerón,
es increíble y ejemplar la progresión de esta chica en las últimas semanas,
Buytrago ha sido el ejemplo de cómo la constancia y el ahorro en paradas
te puede aupar muy alto, es más duro que la carne de perro, Paco
Manzanera se ha rehecho en el Alpe d'Huez y ha resurgido como Ave Fénix para
realizar un último tercio de la subida con mucho empuje después de
refrigerar motor en una fuente del camino, Rafa Rosagro se ha fajado como un
campeón en un terreno no muy favorable para él pero sabe sufrir como un
perro de calle, ha hecho dos marchas en su vida, Amstel y Marmotte, vaya palmarés está haciendose. Rafa Aragón en su ya tercera participación no ha tenido su mejor día y con problemas en
lumbares y en un pie ha realizado un desarrollo de la marcha de
mucho mérito, Ángel con su rendimiento diesel ha sabido medir
perfectamente los esfuerzos para tener la garantía absoluta de éxito, es
una máquina. Pedro Arenas con cuatro días que ha entrenado, eso sí, con
mucha calidad, ha sido capaz de hacer una marcha de muy alto nivel,
es el mejor optimizador de entrenamientos que haya conocido jamás. Óscar
Pacheco nos ha dado toda una lección de clase y sabiduría porque no se
ha cebado inútilmente y ha llegado con muy buen tiempo a meta, eso
cuando pensábamos llamar a los hospitales de la zona a ver en cual
estaba jajaja. Óscar Gea hizo equipo con Esmeralda y con Felipe y
llegaron hasta lo más alto del Alpe d'Huez cumpliendo un montón de
ilusiones y sueños, se merecen los tres lo mejor. Y Nifer, el tío que no
pasaba de los 100 kms pues ya ves, además de gastar carretes enteros de
fotos ha tenido el empuje y la fuerza de los campeones para también
sacar el carné de ciclista en la mejor marcha cicloturista del mundo.
Mención
especial para los demás, Javi García, Jose 'joyero', Vicente y Espartaco,
protagonistas de la Marmotte durante 160 kms y más de 4000 metros de
desnivel (se dice pronto) y que por unas razones u otras se quedaron a
14 kms de la meta, pero qué 14 kms son los que quedaban.... Con los más
de 40º de temperatura a las cuatro de la tarde y una subida de 12 kms casi al
10% de media era como para pensárselo y aquí para hacer 'la completa'
hay que venir muy preparado y con muchos deberes hechos,... los que
hagas siempre son pocos.
El
resultado obtenido en mi caso ha sido muy bueno, con tanto
calor como hizo el rendimiento cae mucho y hacer nueve horas peladas
teniendo en cuenta los importantes problemas de calambres sufridos y que
he parado más que el ALSA está muy bien, yo al
menos estoy contentísimo, que es lo principal. El puesto obtenido por
debajo del 1600 indica que en el recorrido he adelantado al menos a 3000
tíos, que se dice pronto, las sensaciones siempre han sido bastante
buenas a pesar de los inconvenientes debidos a los duros calambres ya
referidos. Para evitar eso, la próxima vez... habrá que entrenar más!!!
Todo llega a su fin y en este caso el sueño de la Marmotte se ha cumplido de nuevo, 20 años después. En homenaje a mi padre.
La Marmotte te marca de por vida... ¿te apuntas?
Comentarios
Publicar un comentario